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Sam Eastgate, más conocido por su pseudónimo LA Priest, presenta su tercer disco en solitario ‘Fase Luna’, un trabajo que se distancia del sonido electrónico que caracterizan sus obras anteriores. El que fuese miembro de la ya desaparecida banda Late of the Pier, se embarca este mes en una gira europea para presentar su tercer largo. Pese a que no hay fechas en España, el músico inglés pasó por nuestro país para su promoción.
En una muy calurosa tarde madrileña, me reuní con él en el jardín del Hard Rock Hotel de Atocha y hablamos sobre su nuevo giro estilístico, las ventajas e inconvenientes de hacer un álbum conceptual, la onírica belleza de bucear en cuevas o la posible magia de la inteligencia artificial.
Este es tu tercer álbum en solitario, se llama ‘Fase Luna’, ¿de dónde viene este título? Los amigos en Costa Rica que conocimos allí me dejaron grabar gratis en unas pequeñas cabañas en la jungla. Allí tenían varios panfletos sobre los proyectos que hacen, sobre un método de agricultura según el que cultivan sus frutas y verduras dentro del bosque debajo de una especie de dosel y les va sorprendentemente bien. Tenían todos estos panfletos con dibujos del bosque y los estados de la luna. Yo no entendía español así que para mí era parte de la atmósfera del sitio donde yo estaba. Pregunté si podía usarlo para la portada, por lo que durante mucho tiempo la portada iba a ser un dibujo del bosque con las palabras Fase Lunar, con esa “R” al final. Cuando iba a ponerle un nombre al álbum, nuestros amigos de allí, que también tomaron la foto de la nueva portada, me dijeron “no, tienes que llamarlo Fase Luna, es más guay”. No sé por qué, al parecer suena como más artístico. En cuanto al título se lo tengo que agradecer casi todo a mi amigo Javier porque él me dio el sitio para grabar el álbum. Pero yo siempre supe que la luna era importante para la temática acuática del disco: la vida en el océano, el moverse con las mareas… Vi todo eso como el enlace entre la luna y la temática del mar.
Claro, el mar tiene un lugar muy importante en el disco. Sí, podía haber llamado al disco algo relacionado con el mar, pero a veces no quieres ser demasiado obvio.
Has hecho el disco en Latinoamérica, concretamente en México y en Costa Rica ¿Siempre tuviste planeado hacerlo allí o simplemente surgió así? Desde mi primer álbum tenía la vaga idea de grabar un álbum en la playa. Solía ver una serie británica de dibujos animados cuando era pequeño que se llamaba ‘Charlie Chalk’, y es sobre un payaso y otros animales que están en una isla desierta. Siempre pensé que parecía una vida maravillosa ser náufrago en una isla al sol, no sé por qué. Siempre me ha gustado esa idea del naufragio [risas]. Cuando hice aquel proyecto llamado Soft Hair con Connor Mockasin, él y yo intentamos hacer sonidos del mar, probamos conseguir ese “vibe” marítimo, de estar en una isla desierta, y hay algunos interludios ahí que de alguna manera son precursores de este nuevo disco. Hay muchos discos que tienen un aire tropical o tienen esa especie de música de playa pero creo que no había nada que tuviese la cualidad inmersiva que estaba buscando. Quería profundizar en ese mundo con este disco.
«Siempre me ha seducido la idea de naugrafio»
En este álbum te alejas de los sintetizadores. Hasta ahora era prácticamente el elemento principal de tu música, ¿por qué? No estaba para nada planificado. De hecho, el plan para mi tercer disco en un principio era que fuese todo sintetizadores, llevándolo bastante al extremo. Quería hacer un álbum que fuese como un viaje desde el principio hasta el final. Mis dos primeros discos lo forman canciones [independientes] que funcionan juntas, pero quería que este tercer álbum fuera una experiencia completa. Cuando llegué a México los sintetizadores no me estaban dando ese sonido [que buscaba]. Metí en una pequeña maleta todo lo que me cabía, mini teclados y cosas así. Y empecé con ellos, pero no era el sonido orgánico que me estaba inspirando cuando iba a nadar y cosas así. No sentía que los sintetizadores formaran parte de ese mundo subacuático.
¿Cuáles fueron tus inspiraciones? ¿De cualquier cosa o sólo de música?
Cualquier cosa. En esa época, incluso antes de llegar a México, estaba viendo muchos vídeos sobre buceo en cuevas -me aficioné a ese pequeño nicho- en Youtube. Me parece muy extraño porque no creo que nunca pudiera hacer eso y odio la idea de tener que respirar a través de una manguera o algo así… Cualquier cosa de ese tipo no la veo para mí, pero hay grandes imágenes de gente yendo a estos sitios y es lo más cercano que tenemos a un mundo alienígena.
Supongo que lo que me fascina es la naturaleza de los sueños y cómo tenemos la habilidad en este mundo de experimentar situaciones que parecen sacadas de sueños. Es curioso porque no todo el mundo tiene tiempo para la fantasía en su vida y la forma en la que mucha gente escucha música es como si esta fuese la banda sonora de un modo de vida moderno: estando en una ciudad o a través de una máquina. Yo siempre pienso que tiene que haber tiempo para todos para experimentar más del mundo que nos rodea y ver su variedad. Yo he podido verla porque tengo la suerte de haber podido viajar, siento que ya he visto más de un mundo. Tengo esa ansia por conocer mundo.
«Tenemos que experimentar más del mundo que nos rodea y ver su variedad»
¿Y sobre música? ¿tuviste alguna referencia para hacer el disco? Sí, muchas cosas. Hoy hablaba sobre Haruomi Hosono, que tiene dos discos al menos que salieron a finales de los 70 que tienen esa cosa de crear una parte del mundo dentro de un disco. Uno de ellos es una banda sonora falsa para una película india y es estupendo. Básicamente hay muchos discos que han intentado esto en el pasado y hay muchas maneras de hacerlo. No hay límites a la hora de cómo crear esas atmósferas, y yo además también quería escribir canciones y ver si podía juntar estas dos ideas, y eso fue lo más difícil. Cómo hacer una especie de banda sonora cinematográfica y a la vez escribir canciones simples. Te pierdes un poco por el camino y no sé si realmente he hecho alguna de las cosas que planeaba hacer… Demasiadas ambiciones…
Me gustaría preguntarte sobre tu proceso de escritura. Tus letras son algo elusivas, a veces no entiendo muy bien a lo que te refieres, pero ayudan a crear esa aura misteriosa que tiene el disco… Siempre he trabajado un poco así, con que no tiene por qué tener sentido. Escribir letras siempre ha sido lo más complicado para mí porque todo lo demás es accidental en mi música: las melodías surgen casi solas, los sonidos cambian las cosas hasta que algo pasa… Pero al escribir cosas y planear, que todo tenga sentido no es algo que me guste hacer. Es, de alguna forma, pereza, lo reconozco, porque lleva mucho trabajo, pero esto también puede hacer que dejes de amar la música que estás haciendo si trabajas demasiado y te quedas estancado en intentar buscar sentido a todo o en ser inteligente usando palabras. Planear las cosas demasiado puede arruinar tu música: ya no vas a poner tu energía en esa canción. La pierdes. Me ha pasado con muchas canciones en el pasado que de repente se siente como que ya no es mía, ya no me gusta cuando la he acabado porque ha sido tan duro de hacer… Es algo mágico ver palabras que nunca verías juntas en, por ejemplo, una carta. Mucha de mi música favorita es así. Se me viene a la mente Pixies, que son un buen ejemplo en cómo usan palabras que no deberían ir juntas pero de alguna forma sabes de lo que están hablando.
«Planear las cosas demasiado puede arruinar tu música: ya no vas a poner tu energía en esa canción. La pierdes»
Es como describir un sentimiento… Sí, encuentras una nueva forma de describir. Esa idea de que cuando no sabes cómo describir algo tienes que revolver un poco las cosas, o decir una palabra de forma diferente. Si gritas una palabra puede significar algo distinto… Hay muchos trucos que puedes usar para dar vida a una historia.
Por lo que has dicho, cuando escribes una canción las letras siempre son lo último… ¿qué viene primero? Últimamente siempre el ritmo. Creo que debes tener un ritmo para tener una melodía. Un ritmo puede empezar a “cantar” la melodía. Cuando he probado distintas formas de grabar canciones, cambias la velocidad o el ritmo y puedes perder todo lo bueno de la música. La melodía suena como si fuese distinta, la canción entera se pierde o se gana mediante el ritmo. Creo que con este disco lo he pensado de manera en la que puedes quitar la percusión y seguiría siendo un buen disco, incluso puede que uno mejor. Las percusiones son increíbles y estoy muy contento con ellas, pero mi idea original, este rollo subacuático, casi sería mejor sin nada así de sólido, con un sonido puramente líquido. Siento que podría sacar una versión sin las percusiones, seguro que se puede hacer con un programa de ordenador o lo que sea.
«En este disco puedes quitar la percusión y seguiría siendo un buen disco, incluso puede que uno mejor»
¿Fue un reto conseguir la atmósfera total y la cohesión del álbum? Creo que sobre todo me puse retos a mí mismo, como juntar las canciones, que es algo que siempre me ha ayudado a escribir porque sabía donde quería ir. Por ejemplo la canción ‘Silent’, tiene un cambio de tono hacia la mitad y solo porque quería que se ajustara a la siguiente canción. Esto te ayuda a escribir. Si no se te ocurre adónde ir después de un minuto, sabes que tienes que rellenar ese hueco y tiene que terminar con cierta nota o en cierta velocidad. Hay muchos cambios de velocidad a la mitad de muchas de las canciones de este disco para conseguir que todo fluya. Pero como digo, no es que sea más complicado, sino que se hace hasta más fácil. Es casi como si tuvieras un jefe diciéndote “tienes que hacer esto”. No estás totalmente abierto, solo tienes unas pocas opciones de hacerlo ahora. Lo encontré más fácil a veces.
¿Así que cuando estás componiendo una canción siempre sabes cuál va a ir después? Nunca había hecho esto antes en ningún disco. Solo un poco en el disco de Soft Hair que, como he dicho, es un poco el precursor de este. No sé si volveré a hacerlo porque esto te fuerza a hacer un tipo concreto de música cuando tienes esta estructura. Hice como 100 canciones [para el disco] y son solo las que están en el álbum las que funcionan. Había muchas buenas canciones que he tenido que dejarlas para otros proyectos porque no encajaban en este mundo. Tendrán que ir al disco de sintetizadores o lo que sea…
«Uno de los trucos que usé fue tocar acordes que no toco normalmente»
¿Es siempre así tu proceso creativo? ¿Haces muchas canciones para cada disco y solo unas pocas pasan el corte? Ahora consigo escribir más. Los dos primeros discos tienen realmente todas las canciones que había hecho. No tenía muchas más opciones. Ahora he encontrado algunos trucos para escribir. Tenía que encontrar una manera de escribir más y más música por la estructura [conceptual]. No encontraba la canción perfecta inmediatamente, a veces tenía que pasar por unas 20 ideas hasta que algo me hiciera “click”. No era tanto sobre escribir más música sino escribir ideas mejores hasta que diese con lo mejor que era capaz de hacer.
Uno de los trucos que usé fue tocar acordes que no toco normalmente. Cuando tocas la guitarra durante mucho tiempo, pasa esta cosa horrible en la que caes en el mismo acorde o se te va siempre a la misma melodía. Me forcé a mí mismo para escribir notas y tocar cosas que no solía tocar. Y sonaban fatal al principio. Muchas de las canciones de este disco empezaron con acordes que en un principio pensé que no iban a funcionar. Pero me decía a mí mismo que tenía que tocar esto durante un rato hasta que algo funcionase o no, y seguir adelante. Pasaba como una hora cada día haciendo 20 ejercicios con eso y después solo las escuchaba al final de la semana. Escuchaba como 100 ideas y solo una o dos funcionaban. Debería seguir trabajando así porque me fue muy bien.
¿Cuánto tardaste en completar el disco? Desde julio de 2021 hasta marzo de 2022. Unos ocho meses. No había pensado en esto, habría pensado que era un año por lo menos. Parece que han pasado dos en realidad porque lo que uno quiere es terminarlo después de seis meses.
Supongo que puede llegar a ser una experiencia muy intensa. Sí y ya quieres empezar a dar conciertos otra vez y hacer otras cosas con tu vida más que estar sentado en una habitación con solamente un trabajo.
¿Alguna vez llegas al punto en el que estás demasiado inmerso en el proceso que necesitas distanciarte de ello un poco? Todo el tiempo. Para mí es siempre así. Creo porque hago muchas cosas a la vez, necesito mezclarlo mientras lo grabo porque me gusta escuchar la versión “final” incluso mientras lo estoy haciendo. Estoy intentando ser menos así. Con la última canción que grabé, el single ‘It’s You’, no hice nada de eso. Creo que es la canción más rápida que he grabado, creo que fue en dos días. Que seguramente no es para tanto, mucha gente lo puede hacer, pero para mí fue liberador grabar la primera parte, hacer la parte de guitarra, la de bajo y seguir adelante…
Me gustaría saber cómo llegaste a ese verso en español en ‘Sail On’. Escuché la demo de esa canción y sonaba como si estuviera cantando algo en japonés. Todas las líneas terminaban en “o”. Estaba intentando encontrar algo profundo en japonés para cantar. Iba a ser en japonés, pero te puedes imaginar lo que pensé: estoy en México, en Costa Rica… si voy a poner alguna otra lengua debería ser español, y también porque el sonido “o” es muy común en español. Encajaba muy bien. No aprendí a hablar español, sino que hice trampa. Usé el traductor de Google.
A veces estas cosas pueden ser mágicas incluso si vienen de corporaciones horribles. Son raras las máquinas, no creo que quiten el misterio. A veces creo que las máquinas, aunque vengan de cosas aburridas como Google, van a la par contigo. Yo sabía el sonido que quería hacer… por ejemplo “llorando”, esa es una buena palabra para tener en tu canción. Si las máquinas junto con el ser humano podemos hacer eso, me parece estupendo.
Creo que va a favor de la canción, ese verso en español le da un toque intrigante Sí, y estoy muy de acuerdo con mucha gente que está preocupada por la inteligencia artificial. Podrías decir que esta es una situación similar, hay una línea borrosa entre si está haciéndolo la persona o la máquina. Pero creo que hay algunas cosas que pueden salir de esto realmente mágicas. Si pudiésemos combinar nuestros esfuerzos con las máquinas… y hay humor en esto también. No sé, no soy optimista ni pesimista. Creo que no deberíamos usarlo para conseguir cosas que ya tenemos. Como cuando los sintetizadores empezaron a hacerse mainstream a finales de los 70, que menos mal que la gente no empezó a hacer sonidos de trompetas con ellos. Por suerte la mayoría de la gente empezó a hacer ruidos que se suponía que no tenían que estar en discos… Creo que eso no es lo que me has preguntado… [risas]
«También he hecho un EP. Es una manera de sacar más canciones y eso está bien»
Ya que hablas de sintetizadores, ¿tienes pensado volver a ellos en tu próximo proyecto? ¿has pensado en él ya? Pienso en él de vez en cuando, sí. No sé, no puedo decir mucho ahora mismo. He hecho un EP. Nunca había hecho un EP antes… No me gustaba mucho la idea al principio, fue una sugerencia por parte de mi sello, pero empecé a escribir canciones y en realidad, es hacer lo que me gusta, es hacer música. Es una manera de sacar más canciones y eso está bien. A veces le doy demasiado valor a los álbumes, y debería hacerlos más rápido realmente. De otro modo estoy esperando a que las cosas sean perfectas y no saco todas las canciones que podría sacar.
Tengo muchas ganas del EP, lo he hecho muy rápido y me gustan algunas canciones más que las del álbum. Seguramente porque aún no las he escuchado tantas veces. Esto me ha inspirado a trabajar así otra vez en mi próximo largo. A hacer un álbum rápido.
Este es tu tercer álbum en solitario, se llama ‘Fase Luna’, ¿de dónde viene este título?Claro, el mar tiene un lugar muy importante en el disco.Has hecho el disco en Latinoamérica, concretamente en México y en Costa Rica ¿Siempre tuviste planeado hacerlo allí o simplemente surgió así?En este álbum te alejas de los sintetizadores. Hasta ahora era prácticamente el elemento principal de tu música, ¿por qué?¿Cuáles fueron tus inspiraciones?Cualquier cosa.¿Y sobre música? ¿tuviste alguna referencia para hacer el disco?Me gustaría preguntarte sobre tu proceso de escritura. Tus letras son algo elusivas, a veces no entiendo muy bien a lo que te refieres, pero ayudan a crear esa aura misteriosa que tiene el disco…Es como describir un sentimiento…Por lo que has dicho, cuando escribes una canción las letras siempre son lo último… ¿qué viene primero?¿Fue un reto conseguir la atmósfera total y la cohesión del álbum?¿Así que cuando estás componiendo una canción siempre sabes cuál va a ir después?¿Es siempre así tu proceso creativo? ¿Haces muchas canciones para cada disco y solo unas pocas pasan el corte?¿Cuánto tardaste en completar el disco?Supongo que puede llegar a ser una experiencia muy intensa.¿Alguna vez llegas al punto en el que estás demasiado inmerso en el proceso que necesitas distanciarte de ello un poco?Me gustaría saber cómo llegaste a ese verso en español en ‘Sail On’.Creo que va a favor de la canción, ese verso en español le da un toque intriganteYa que hablas de sintetizadores, ¿tienes pensado volver a ellos en tu próximo proyecto? ¿has pensado en él ya?